Reseña
“LOS AVATARES DE LA
PALABRA PEDAGOGÍA DE FRANCINE BEST”
UN VIAJE A TRAVÉS DEL
TIEMPO[1]
Alejandra Aponte Muñoz [2]
Cuando
recorremos los caminos de vuelta, desempolvamos las historias antiguas,
regresamos con curiosidad a otros tiempos, ponemos en relevancia nuestra
conexión con el pasado, con la historia: de cierta forma es como si volviéramos
en una máquina al pasado. Es importante resaltar cómo las ideas viajan a través
de la historia, enfrentándose a contextos particulares que de una u otra forma
las orientan, las guían y las moldean con respecto a las concepciones y el
desarrollo del pensamiento en cada momento de la historia. Perseguimos con
desdén las huellas que en la historia han quedado marcadas, como indicios que
nos permiten aventurarnos en un viaje de ida por las maravillosas idas y
venidas Del pensamiento humano, y cada una de ellas nos cuenta una historia
fantástica que nos permite acercarnos, sonreír, distanciarnos o callar ante un
panorama del cual podemos inferir pero que no podemos cambiar. Francine Best,
francesa pedagoga, profesora de filosofía y ciencias de la educación en la
universidad de Caen, considerada muy importante en el desarrollo y definición
del campo de la educación, se aventura a indagar cómo la pedagogía ha viajado y
se ha transformado en el tiempo y la historia -sobre todo académica y social-
en la cual el concepto ha buscado resguardo.
La
pedagogía como conjunto de ideas y discursos sobre un hecho social, ha podido
mantenerse a lo largo del tiempo gracias a que de una forma u otra ha intentado
legitimarse y enunciarse socialmente, y en esa búsqueda ha estado vinculada con
otros discursos o ámbitos que han favorecido el desarrollo que tiene hoy y que
aun en nuestra actualidad hace que sea tan importante hablar de ella,
escudriñarla, buscar sus huellas en la historia y encontrarla para ver qué
puede contarnos de ese viaje en el tiempo, de los diferentes contextos en los
que estuvo, los idiomas, dialectos, prácticas y culturas en las cuales pervivió
, desde los cuales se habló de ella y la importancia de que siguiese haciendo
un viaje histórico. Así la autora, empieza un viaje en el tiempo, siguiendo los
indicios que dejó la pedagogía en otros tiempos, y permitiéndonos ver a través
de su bitácora, acercarnos a esos grandes descubrimientos que pueden hablarnos
de como lxs seres humanos fuimos construyendo el campo de la pedagogía, con qué
fines y de qué formas. Es importante resaltar además que al ser Best francesa,
la historia que nos cuenta también esta mediada por su cultura y la tradición
francesa de la pedagogía.
Al
volver al pasado, Best nos relata cómo la pedagogía en su afán de definirse
como campo quiso establecerse como la ciencia de la educación, en su viaje se
encuentra con Henri Marion, profesor francés muy querido en su época gracias a
la devoción con la cual contribuía a extender la esfera de acción de los
conocimientos. Se cuenta que Marion no sólo fue querido por sus pares y
estudiantes ya que era profesor, sino también por un grupo de palomas a las
cuales se comenta que, con paciencia y generosidad, el profesor logró convertir
en palomas mensajeras. Se cuenta que una de estas aves viajó hasta Best con un
mensaje: Marion, dio a conocer los métodos y sistemas de la enseñanza de
Inglaterra y Estados Unidos, con el fin de conciliar la utilidad práctica de la
pedagogía con el pensamiento y una visión realista. Así Best gracias a este
mensaje, descubre en Marion un exponente de la pedagogía como ciencia de la
educación. Lo que conllevó en ese momento pensarse la pedagogía como ciencia
deviene para Best en que la sustancia pedagógica reside en las razones teóricas
mediante las cuales encuentra a los métodos, los juzga y los coordina. A pesar
de que esta relación de los términos pedagogía y ciencia suscitó toda una serie
de opiniones en pro y en contra, que se evidenciaron en la confusión y
ambigüedad del término, lo cierto es que en Francia se pudo pensar a la
pedagogía como reflexión teórica sobre la educación.
Otro
gran suceso que pudo percibir la autora en su viaje a través del tiempo fue
cómo la pedagogía empezó a enseñarse como materia en las instituciones de
formación docente, hecho que generó que desde otras disciplinas se hablara de
asuntos que remitían o tenían que ver con la práctica pedagógica: las
universidades también empezaron a impartir las ciencias de la educación. La
psicología del niño otorgó -científicamente hablando- un reconocimiento a la
labor de los pedagogos, pero la redujo a la consecuencia práctica o aplicada de
la ciencia de la psicología. Esto último es interesante ya que a pesar de esta
reducción que marcó la historia profundamente, ya que aún hoy se tiene la
visión -aunque en vía de transformación- de que la pedagogía deviene como hija
menor de ciencia, también puso a reflexionar a muchas grandes mentes con
respecto a que los fines de la educación no pueden limitarse a la psicología.
Francine Best hace otro gran descubrimiento: la ventaja que representa para las
ciencias de la educación incorporarse a disciplinas científicas consolidadas,
permitió delimitar sus propios campos y métodos. De esta manera, la
investigación pedagógica se transformó en investigación en materia de
educación.
Aquí
Best regresa a un pasado no tan lejano guiada por los mensajes, las huellas en
el camino y los recovecos que va dejando a su paso la investigación. Vuelve a
1984 año en el cual se buscó suprimir la pedagogía en nombre del saber por
considerarla intuición, afecto, peligro de oscurantismo. Por un momento la
autora cree temerosamente que su viaje la llevó de vuelta a la edad media, sin
embargo, se encuentra en el siglo XX y se pregunta cómo puede ser que la
pedagogía sea concebida de esta forma oscurantista. Pero encuentra algo más
relevante para su investigación: esta concepción del momento permitió que se
desarrollara el termino Didáctica para designar al estudio de la relación de los
profesores, los estudiantes y los distintos conocimientos de las disciplinas,
solo que enfocado a los procesos del sujeto que aprende. A pesar de la
persecución científica que sufrió el termino pedagogía, el desarrollo de la
didáctica permitió también nutrir al campo de reflexiones, críticas y la
potencia de conformarse con más fuerza a partir de la delimitación de su propio
objeto de estudio. Así la pedagogía se enuncia cada vez con más fuerza como un
saber capaz de esclarecer decisiones y acciones que exige la educación y se
relevó el componente práctico: los procesos de enseñanza de los conocimientos.
De todo lo anterior Best pudo dar cuenta de la relación histórica y teórica de
la pedagogía y la didáctica y como la primera a diferencia de las ciencias de
la educación se distinguía porque ponía de manifiesto que no es posible
estudiar los fenómenos de la educación al margen de las situaciones educativas.
Esto último revindica como lugar político y de enunciación la pedagogía como
campo autónomo, en este sentido Best enfatiza de su viaje: lo real de la clase
y la escuela es lo que debe designarse con la palabra pedagogía.
Por
último, en este largo y maravilloso viaje a través de la historia Best se
encuentra con otras personas que, como ella en la actualidad, buscan nutrir el
campo a través de la investigación pedagógica, personas que como Marion buscan
construir a partir del análisis de problemáticas de su momento transformándolos
en problemas de investigación, cuyos resultados resultan imprescindibles para
arrojar luz sobre la acción por medio de experimentaciones en clases, escuelas,
colegios, liceos, es decir, de acción colectiva sobre y para la educación.
Es
interesante destacar cómo los interrogantes que surgen a partir de la
conceptualización de la palabra pedagogía están permeados de la historia que
con lleva hablar de ciertos conceptos en términos científicos, es decir, de
darle un lugar en la ciencia y de ahí que este desarrollo también refleje esta
pugna y los cambios que conllevan las nuevas reflexiones e interrogantes
sociales en cada momento histórico. Las relaciones que se tejen dentro de estos
avatares permiten conexiones que dotan de sentido a la investigación en los
campos y que se alimentan para lograr potencia dentro de las esferas
científicas. Best pone luz en la pedagogía y su componente ineludiblemente
práctico y como práctica de los procesos de enseñanza de los conocimientos y la
imposibilidad de estudiar los fenómenos de la educación al margen de las
situaciones educativas. Esto último me parece muy importante porque permite que
el campo se nutra y potencie gracias al campo mismo. Aunque para esta viajera y
muchos nuevos viajeros de esta travesía nos quedan grandes interrogantes y
caminos por construir como por ejemplo la epistemología la investigación
pedagógica, Best nos deja una gran huella que hoy es importante no perder: la
pedagogía como reflexión social y humana enfocada en la acción que de esta
forma busca participar en un movimiento social que mejore los sistemas de
educación articulando teoría-acción- transformación.
Bibliografía
BEST, Francine (1988). Los avatares de la palabra “pedagogía”. Perspectivas:
Revista trimestral de educación comparada, ISSN 0304-3053, Nº. 2, 1988, págs.
163-172.
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