domingo, 25 de febrero de 2024

Ensayos y artículos de reflexión 20

 

Ensayo o artículo de reflexión

¿Hacia una educación enfocada a la información o a la formación?[1]

 

 Jefersson Vanegas González[2]

 

El presente texto se escribe teniendo en cuenta las conversaciones con el docente Guillermo Bustamante y la lectura del texto “La Formación del Espíritu Científico” (Bachelard, 1985) de Gastón Bachelard; en aras, de sugerir conceptos hacia la formación y desentrañar aún más, a lo que la educación  contemporánea le apunta, teniendo en cuenta su praxis predicativa en la presente díada que nos corresponde indagar; así mismo, intentaremos precisar lo que es la información y sus pretensiones; así mismo el concepto de formación a partir de lo que la semántica y la semiótica aportan.

Una de las grandes aristas educativas es si la educación responde a una relación de causalidad informativa o formativa; para el primer criterio, evocamos un tema que el mismo Bachelard nos sugiere, y es la relación entre el sujeto puesto en escena (estudiante) y su tensión frente a la utilidad de acuerdo a la necesidad próxima; es decir, un estudiante puede poseer un interés de información para obtener un resultado positivo en una evaluación o exposición si se quiere; no obstante, este asunto no vincularía el proceso formativo porque su relación con el deseo no es una asíntota, si nos ubicáramos en el campo del cálculo integral; por el contrario, el estudiante y su relación  con el saber sería efímera, pues en cuanto los exámenes finalicen, éste no tendrá más interés en mantenerse en el andamiaje formativo; ahora bien, el proceso de información se establecería entre la brecha de la susceptibilidad (Entendiendo la susceptibilidad como el hecho del sujeto trastocado por todos, pero no                 situado en ninguna esfera); por lo que podríamos comprender, que es un poco de todo, pero tomando  nada; y la comprensión de lo que se quiere decir. Bachelard en su texto, afirma que el sujeto se sitúa a partir de tres estados fundamentales: el primero, el Estado Concreto que sitúa a través                de las primeras intuiciones y representaciones que tiene a través de lo que el propio Bachelard indica como Literatura Filosófica; para el segundo, llamado Estado Concreto-Abstracto, se apoya sobre esquemas de la filosofía de la simplicidad y, finalmente, el Estado Abstracto como el resultado de lo que se denominará formación, este último lo abordaremos más adelante, en el existe una experimentación del saber en torno al deseo permanente.

Así las cosas, la información se sustenta para el primer Estado al decir de Bachelard, el cual basa su representación en la sensibilización del saber, en que no pretende conocer más allá, sino que hay un proceso si quiere de la doxa en constante situación de alejamiento; por lo tanto, en este sentido la idea  fecunda de la información es la caracterización de la susceptibilidad del saber hacia el deseo del deber; así mismo, carece de aspectos complejos sino por el contrario refiere su intencionalidad en la simplicidad del caso, en la relación intuitiva con las primeras manifestaciones y representaciones; ahora bien, dicho anteriormente, se relaciona el estudiante pero los lectores se preguntarán y ¿la relación del saber respecto al preceptor diría Comenio? Es en este caso, se podría pensar que el cuerpo disciplinado y trastocado por la institución hacia un docente podría ubicarse en el estado abstracto; pero por el contrario, los preceptores pueden estar en la misma posición al igual que el discípulo en un Estado Concreto; de esta forma, existe una relación informativa que brinda datos; un ejemplo claro, son los preceptores que comulgan su intención enunciativa con su pragmática política incidiéndoles que un lugar es malo o un grupo de personas, lo que se podría comprender, es que el maestro limita su capacidad en posibilidad con el saber; así mismo, los estudiantes al brindarles pocas  alternativas tendrán menos lugar de posición objetable a la posición seleccionable como se observará          en la siguiente gráfica:  

Gráfica de lo concreto hacia la abstracción



Este resultado, es un arquetipo donde se trató de elaborar unas posiciones del saber desde lo general a  lo particular; es allí donde inicia nuestro camino y a lo que podría apuntar la enseñanza en la escuela. Usualmente, encontramos libros de textos donde su valor esencial es la formación, y claro es analizable desde el punto referencial hasta el punto de vista objetable y científico; como señalamos arriba, en los anteriores acápites,  se hacía explicita la referencia del maestro con mirada a la información e ingresando a la posición complaciente, que se asemeja a lo que Bachelard señala como Alma profesoral que repite año tras año contenidos sin ninguna enmarcación enunciativa; el maestro puede creer que tiene el conocimiento porque en un momento de su vida estuvo en el Estado Complejo, pero su deseo no era tan fuerte como  para continuar en esa avidez ecuánime de la lucha por el deseo del saber; así, que lo que él alguna vez estudió no se renovó y puede que ese saber sea caduco; no obstante, no conviene para este relato, porque no queremos que se diga que solo lo actual es válido o la antípoda lo cual sería       lo antiguo. No se trata de validar épocas, porque del saber aunque discriminatorio por su época y caracterizado por la cronotopía, no emerge la enunciación de lo complejo; para clarificarlo a priori, se puede constatar que Newton trabajó incansablemente en su deseo de saber, consiguiéndolo y, no solo por sus resultados sino por dedicación  y relación con el saber, y que el mismo saber por su condición de discriminación discierne en su interior, acercándose no a la alethia porque refutablemente esa no sería la búsqueda del saber sino a la gramática y a las distintas comprensiones que se puede hacer acerca de un fenómeno, lo que resulta en la configuración del punto de vista del sujeto en relación al objeto.

Es por lo anterior, se quiere reflexionar acerca de las cuestiones del saber al interior de la escuela; no se quiere proponer generalidades para todas las escuelas, por el contrario, se quiere llegar a la particularidad; del mismo modo, se puede llegar a objetar las relaciones en torno al saber, como las mencionas en los anteriores párrafos de que  la escuela sirve a unas relaciones políticas donde los estudiantes obedecen a la esquematización de las notas y evaluaciones en las instituciones, más no a un valor formativo; porque la misma sintaxis y  semántica enmarca un retroceso en eso que Comenio denominaba las costumbres por medio de los cuerpos disciplinables; quiere decir, que en ocasiones percibimos la formación como un hecho sumatorio; pero en contraste, se podría comprender la formación siguiendo a Bustamante, desde un hecho infranqueable de abandono de prácticas coercitivas que ha adquirido un estudiante alrededor de sus epifanías.

De esta forma, la formación actúa en una enunciación inteligible del saber tomado en referencia fuera                   del tiempo dirigiéndonos a  Foucault, a la epimeleia que direcciona su relación con el saber al establecer otras nuevas formas comprensivas; para dar mayor precisión un ejemplo: un estudiante de secundaria del barrio Molinos de Bogotá cuyo círculo está bordeado por la violencia, las drogas y la delincuencia y el cual también es partícipe frente a la necesidad del sustento; para la escuela, es necesario que el estudiante de secundaria obtenga unas informaciones susceptibles ubicadas entre el Estado Concreto y Estado Concreto-Abstracto y sin mayor remedio el estudiante  evade esa posibilidad de saber por la condición de las prácticas, si se quiere impías de lo que se mencionaba y el maestro también, sin mayor deseo porque alguien quite por lo menos uno de los aspectos lúgubres de su condición de vida. De esta forma no estaría formado en relación con el saber sino al currículo informativo y burocrático de la institucionalización. Por el contrario, podemos conservar el mismo ejemplo, acuñando que el estudiante enmarañado por ese oscuro contexto y en su clase de filosofía encuentra su suntuosidad en el estupor de uno de sus maestros o puede ser de sus propios amigos quien habla de las conversaciones que tuvo Sócrates con Protágoras trayendo a colación sus frases; de esta forma anonadado decide buscar más y educarse en torno a estas ramas  o si se quiere, en otro terreno menos utópico y en atonía; por ende, decide estudiar el costumbrismo o física astronómica; Es entonces que el lector mencionará ¿Entonces la formación tiene que ver con las alternativas? Y para este caso se dirá que sí, entre más posibilidad el saber tenga, mayor probabilidad se tiene para formarse en un espíritu de alguna disciplina; es como un buffet que en lugar de alimentar el cuerpo lo discipline.

El lector continuará objetando y dirá ¿Entonces es necesario disciplinarse para la relación de saber? Para este caso reiteramos un sí, porque la disciplina al decir de Bustamante es una condición de enunciación al arquetipo de saber y de esta forma, esta posibilidad se da en tanto el cuerpo deseoso de saber examina los horizontes de los sucesos de algo y busca hasta el no saber de ese saber: su constitución, antítesis, complejidad, abstracción e inteligibilidad. En este punto se deja lugar a otra objeción ¿Entonces si una persona se disciplina en las disciplinas gramaticales estaría cayendo en la facilidad       o Estado Concreto de la matemática? Y evidentemente, sería de este modo; es imposible que un erudito posea relación con todos los saberes y además no es necesario; si bien su condición desde el punto de vista matemático sea enmarcado en un Estado Concreto, su sentido de enunciación                  estaría en la posibilidad del saber gramatical y con eso bastaría, porque para este escrito no se quiere  pretender que un estudiante estudie algo, así como un estilo de pansofía sino que a través de sus categorías de elección pueda acercarse a un saber y en se sentido estaría formado porque si volvemos a su inicio, no tenía ninguna relación con el saber solo algunas impresiones y representaciones primarias, si se me permite nombrarlas de ese modo.

Finalmente, para la formación tenemos que decir que, aunque es trastocada por una serie de sujetos y objetos, el proceso es meramente individual – al decir de Bustamante-; se considera entre pares por las configuraciones y relaciones, pero en su efecto es meramente individual porque el sentido algorítmico le imprime una afectación, la cual responde a otras variables y al abandono de esas costumbres.

Bibliografía

Bachelard, G. (1985). La Formación del Espíritu Científico. Ciudad de México: Siglo XXI.

Bustamante, G. (2022). La Formación del Espíritu Científico. El Saber en El Espíritu Científico (págs. 1-15). Bogotá: Universidad Pedagógica Nacional.

 

 

 



[1] Escrito producto del seminario sobre el espíritu científico de Gastón Bachelard dictado por el profesor Guillermo Bustamante.

[2] Estudiante de la maestría en Educación de la Universidad Pedagógica Nacional.

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