sábado, 1 de diciembre de 2018

Reseñas

LORENA GONZÁLEZ[1]

EL SABER EN FOUCAULT: DELIMITACIONES Y RELACIONES EN SU OBRA EL NACIMIENTO DE LA CLÍNICA.

El saber es uno de los temas más importantes en la obra de Foucault, en tanto de la arqueología. Esto fue ilustrado en varias de sus obras en las que describe la aparición de las ciencias y las disciplinas: en “La historia de la locura”: la psiquiatría; en “Las palabras y las cosas”: la aparición de las ciencias naturales y la taxonomía, y en nuestro caso particular, “El nacimiento de la clínica”: donde describe la aparición del saber médico. 
Es fundamental comprender que para el autor ningún saber es una cuestión absoluta y terminada en lo que podría entenderse como una creación, un génesis, en el que es abierto un camino divino que da completado y sin transformaciones la obra de un saber o una ciencia. Al contrario, el trabajo arqueológico de Foucault permite comprender, que aquello que creemos como natural, institucionalizado, no es más que un invento, una creación hecha de azares, contradicciones, discontinuidades y conflictos, que no llegará a ser entendido como un objeto monolítico acabado. Desde esta perspectiva, Foucault muestra cómo se dan estas configuraciones, constituciones de las disciplinas y los saberes, que en algunos casos llegan a convertirse en ciencias. 
En el texto que nos ocupa: “El nacimiento de la clínica”el autor permite ver, a partir de un archivo histórico constituido, las tensiones, azares, conflictos y constituciones de las percepciones, las subjetividades, los objetos, los discursos y las instituciones que van a formar la ciencia médica. Allí analiza cómo se configuran los saberes a partir del ejemplo de la clínica. En este sentido podemos afirmar, siguiendo los conceptos establecidos en “La arqueología del saber”, que el saber se entiende como un conjunto de delimitaciones y relaciones entre: objeto, lugar desde donde el sujeto habla del objeto y discurso e institucionalización.
Esta afirmación será argumentada a partir de la ejemplificación que el autor hace en El nacimiento de la clínica en el siglo XVIII.En primer lugar, es posible ver como se configura en la medicina un objeto, aquello desde los cual se habla en la práctica discursiva. En el caso de la clínica ese objeto es la enfermedad. En la primera descripción que proporciona el autor acerca de la medicina, se impone la idea de la enfermedad como un organismo vivo, que debe ser comprendido, descrito, delimitado y registrado, que hace parte de la naturaleza, por lo cual debe ser ilustrado, medido, descrito en sus relaciones y en sus manifestaciones. Como organismo es necesario verlo en sus dimensiones de nacimiento, desarrollo, reproducción y muerte. Es decir, se funda una taxonomía de la enfermedad. Este es entonces un objeto delimitado que es parte central de la práctica discursiva de la medicina. Este objeto en su desarrollo y en su maravilla, muchas veces es obstaculizada por el lugar en el cual se manifiesta; el cuerpo. Es el cuerpo del sujeto que padece entonces, en muchas ocasiones, un obstáculo entre el objeto y su configuración. Vemos como en un primer momento, se intenta abstraer la enfermedad-objeto, para constituirlo en saber. Afirma Foucault la relevancia de observar a la enfermedad en sus formas de desarrollo, sus síntomas, su contagio, como delimitación, así como en la relación que puede establecerse en las analogías de la patología.
En segundo lugar, el espacio en donde se ubica el sujeto para hablar del objeto, que en este caso se constituye como la mirada médica.  Esta, es ante todo una experiencia, ya que es en su subjetividad, en donde se establecen descripciones, delimitaciones y relaciones entre las enfermedades y sus manifestaciones en el cuerpo. Es pues, en la práctica y al pasar por un proceso de clasificación, organización, que la experiencia es susceptible de llegar a ser parte de un saber, la mirada médica es la primera forma de configurar su estructuración: “El hermoso espacio del retrato es a la vez el origen y el resultado último: lo que hace posible, en la raíz, un sabermédico racional y seguro, y hacia el cual debe encaminarse sin cesar a través de lo que se oculta a la vista”[2].Si en el retrato es posible la emergencia de un saber médico, no puede ser establecido en principio, sino a través de la mirada que delimita el objeto enfermedad, lo clasifica y lo relaciona en el retrato y lo hace saber. De esta forma el papel de la mirada se amplía, convirtiéndose en un punto de centralización del saber y en una instancia de registro de la actividad médica.[3]
En tercer lugar, el saber se establece en las relaciones y delimitaciones del campo de coordinación y subordinación de los enunciados, es decir los discursos. Estos transitan hasta establecerse finalmente en la clínica. Es éste entonces, no solo ya un campo de aplicación de los conocimientos médicos para curar las enfermedades, sino un campo de producción del saber a partir de la práctica y la experiencia de la mirada médica transformada. La unión de la teoría y la práctica constituyen a la clínica como el lugar del saber médico y sus comprobaciones. La organización de los saberes que posibilita la pedagogía en la enseñanza de la medicina se centra en la clínica por estas características. Ahora bien, es necesario prestar atención a las descripciones que nos da el autor acerca del lugar de procedencia de la clínica y de cómo lleva consigo un proceso de transformación, Foucault afirma que la clínica antes de ser un saber era una relación universal de la humanidad consigo misma, una edad de felicidad para la medicina. Lo que con el tiempo se constituyó como centro de privilegios del saber:En la clínica, se trata de una estructura mucho más fina y compleja en la cual la integración de la experiencia se hace en una mirada que es al mismo tiempo saber, es decir, que es dueña de la verdad, libre de todo ejemplo, incluso si ha sabido por un momento aprovechar de él.”[4]
En último lugar, podemos entender las posibilidades de utilización y de apropiación de los discursos, como la institucionalización de la ciencia médica por parte del Estado. Muestra Foucault que existió una preocupación por regular el ejercicio de la medicina, que llevaba implícito la regulación y administración del saber médico, se narra como al principio la mirada médica subjetiva y la construcción de saber desde la experiencia posibilitaba el ejercicio de la curación a muchos sujetos, lo que suscitó la pugna entre La Real Sociedad De MedicinaLa Facultad De Medicina. La enfermedad como objeto, deja de ser manifestación en un cuerpo individual, para convertirse en expresión de un cuerpo social que debe ser observado, administrado y atendido por el Estado. “Las facultades, por último, que no reconocen lo verdadero si no en las estructuras teóricas, y hacen del saber un privilegio social”[5]
Así, la institucionalización del saber médico en el que confluyen varios frentes derivará en la regulación estricta y en la creación de un cuerpo de expertos con los que el Estado garantizará el control de las enfermedades e instaurará posteriormente no solo la importancia de tratar la enfermedad, sino de construir en su sociedad la idea de un cuerpo sano.
A modo de cierre, la delimitación y relación entre el objeto, el lugar desde el cual el sujeto habla del objeto, el discurso y la institucionalización, que se dan en la producción del saber, son un conjunto de elementos formados a partir de una positividad en un campo discursivo unitario (Foucault, 1980:238) que, a nuestro modo de ver, es susceptible de ser centralizado para convertirse en privilegio: “¿Cómo la libre mirada que la medicina y, a través de ella, el gobierno debe posar sobre los ciudadanos, puede estar armada y ser competente sin ser presa del esoterismo de un sabery la rigidez de los privilegios sociales?”[6]

BIBLIOGRAFÍA
FOUCAULT, Michel. (2004). El nacimiento de la clínica. Siglo XXI editores. Buenos Aires. 
FOUCAULT, Michel. (2002). Arqueología del saber. Siglo XXI Editores. Buenos Aires.
CASTRO, Edgardo. (2004). Vocabulario Foucault. Prometeo. Buenos Aires.


[1]Licenciada en Humanidades y lengua castellana de la Universidad Distrital. Especialista en Pedagogía de la UPN. Estudiante actualmente de la Maestría de Educación.
[2]Foucault, M. (1978). El nacimiento de la clínica. Siglo XXI editores. Buenos Aires, p.25
[3]Ibid, p. 51
[4]Ibid,p. 123
[5]Ibid, p. 51
[6]Ibid, p. 51
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Parte de la consideración de que la lectura y la escritura constante y minuciosa hacen parte del diario vivir de quienes investigan; por lo que poner a circular el conocimiento construido desde los desarrollos investigativos y que son el reflejo de la disciplina y rigurosidad de los investigadores, da la posibilidad de conocer los desarrollos alcanzados y, de esa manera generar procesos de interacción fundamentales en el desarrollo de los procesos educativos. Esta sección del Blog propende por publicar escritos referentes a los avances de las investigaciones que los estudiante y egresados de la Maestría en Educación han alcanzado en aspectos tales como los argumentos en el planteamiento y delimitación del problema de investigación, la revisión y análisis de antecedentes o estado de arte; la configuración de marcos teóricos o conceptuales; posturas teóricas frente a objetos, sujetos, categorías, métodos e instrumentos de investigación. Cabe destacar que no se reciben escritos de tesis culminadas.