jueves, 11 de julio de 2019

Editorial 4

Editorial


En esta cuarta entrega de nuestros Cuadernos ESS-MAE, contamos con interesantes escritos en cada una de las secciones. No pueden pasar desapercibidas las notas, argumentos, abordajes y provocaciones que hacen nuestros autores invitados: egresados, estudiantes y maestros.
En el Ensayo:La lectura y la escritura en la escuela: Saber pedagógico o tecnología disciplinaria, Boris Rocha Celis, nos ilustra sobre el recorrido que la diada lectura/ escritura ha hecho desde el S. XVI hasta el presente, para asumirse en el contexto escolar como saber dinámico, disciplinar y pedagógico ha en el que dialogan componentes tecnológicos de orden disciplinario que han venido incluyendo prácticas corporales y manejos espacio-temporales incidentes en el proceso de lecto-escritura.
Mientras que en sus Avances De investigaciónAndrea Castiblanco Zerda, nos ilustra la importancia de los herbarios en el conocimiento didáctico de contenido (pck), pues los herbarios, como el proceso que conlleva su conformación en articulación con el campo educativo amplían proceso metacognitivos, que abordados en los escenarios pedagógicos abren no solo expectativas investigativas, didácticas, sino que potencian construcciones formativas pluralistas y articuladoras socialmente. 
Al mismo tiempo, nuestros lectores encontrarán en la sección Leer y escribir, un muy interesante desarrollo argumentativo de Ancizar Narváez, a propósito de la Lectura, escritura y cultura académica, dónde nos invita a seguir investigando sobre el particular con dos ideas potentes:la cultura alfabética, trae aparejados varios sistemas de significados propios, que solo existen a través de la codificación alfabética, y pues se trata de una capacidad para interactuar significativamente dentro de una comunidad de interpretación y producción simbólica. 
Finalmente; y no menos sugestiva lareseña, Acciones colectivas de los maestros en la concreción del Estatuto Docente 2277 de 1979. “Una mirada desde la Educación” escrita por  Luz Stella Ruiz Avellaneda, nos muestra el interesante  trabajo  que ilustra y explica el proceso que vivieron y generaron los maestros entre 1978 y 1979. Al igual que resalta la importancia de analizar las acciones colectivas del magisterio, destacando diferentes formas de acción política que adoptaran los que se podrían llamar ciclos de protesta magisterial que con mayor o menor explicitud siempre son luchas por las tensiones del quehacer pedagógico y la comprensión de sentido de  eso que llamamos campo educativo y escenario de formación. Lo que señala la autora podría constituir un movimiento de envergadura histórica.

Les dejamos con estos textos sugerentes  en la idea de suscitar reflexiones e inquietudes.  
Jeritza Merchan
Miembro
Comité Editorial

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