viernes, 31 de mayo de 2024

Ensayos y artículos de reflexión 24

 

Ensayo o artículo de reflexión

El trabajo de campo etnográfico y su relación con Célestin Freinet

 

Sebastián Abella Niño[1]

 Para reconocer los conceptos que fundamentan el trabajo de campo, nos hemos permitido ir hilando algunos análisis de las distintas definiciones que nos brinda la autora Rosana Guber (2011) en su texto la etnografía, método y reflexividad. Iniciamos compartiendo la duda que se plantea la autora, cuando nos dice ¿cuál es el sentido para escribir sobre el trabajo de campo etnográfico en pleno siglo XXI? Aquel cuestionamiento se permite confrontar con las dinámicas de un siglo, el cual esta hipertrofiado por las herramientas tecnológicas, donde por medio de Google maps, podemos reconocer y visualizar una comunidad específica, sin necesidad de dirigirnos presencialmente a ella o ¿por qué alentar una metodología artesanal en la era de la informática? Cuando encontramos que el periodismo realiza encuestas de opinión vía redes sociales, sin necesidad de hacerlas presencialmente a la comunidad, logrando con esto una masiva respuesta y una potente cantidad de información.

Estos cuestionamientos que se plantea la autora, nos permiten ir trazando el funcionamiento del trabajo de campo, reconociendo en estas dinámicas globales, que no están muy alejadas del surgimiento de la etnografía, con respecto a lo que estamos viviendo actualmente en el siglo, con sus herramientas tecnológicas, la creación de nuevas culturas y la extinción de algunas que no se lograron observar o registrar, en consecuencia, la autora nos dice: “La aparición del barco a vapor, el teléfono, las primeras máquinas voladoras y el telégrafo fue el escenario de la profesionalización del trabajo de campo etnográfico y la observación participante.” (Guber, 2011. Pág:15).

Como los describe la cita, las creaciones, las herramientas tecnológicas y las funciones de los inventos durante la historia, han sido motivo para que los etnógrafos puedan ir registrando mediante su vivencia y su acercamiento a estas creaciones, como elementos de profesionalización del trabajo de campo. Se puede ir delimitando la historia, cuando académicos de Europa, los Estados Unidos y América Latina, centran su atención en estas líneas metodológicas dispersas en las humanidades y las ciencias naturales, de tal manera que fueron re-descubriendo, mundos que se habían planteado anteriormente desde los hábitos del pensamiento europeo.

Estas búsquedas de las que nos habla la autora fueron matizando incomodidades para los académicos que provenían de clases media-altas, movilizándolos a ingresar a lugares de difícil acceso, vecindarios pobres, ambientes hostiles, donde el mismo medio les exigía que superaran barreras, lingüísticas, alimentarias y morales, tensionando esta relación por un lado como aventura, por otro, con el fin de “rescatar” modos de vida que se veían desde la modernidad a punto de extinguirse.

Las nuevas realidades de la humanidad y su extrema diversidad han provocado a los profesionales de las ciencias sociales, hacia el trabajo de campo, con la intención no solamente de describir los sucesos de la extrema diversidad y los movimientos sociales, sino, para describir los sucesos de la globalización donde la etnografía en su triada enfoque, método y texto es un medio para lograrlo.

En este punto, queremos traer a este recorrido histórico la idea de Célestin Freinet, en su libro la educación por el trabajo, con la siguiente cita:

 

“Vuestros hombres de ciencia, vuestros filósofos, vuestros pedagogos, han creído que era posible tomar los seres humanos como se toma la materia en bruto, para amasarlos en sus laboratorios y combinarlos para formar otras vidas, como se crean las amalgamas. La industria, símbolo de la economía nueva, proseguía la operación en el plano material; los sabios estaban encargados de la tarea intelectual y moral.” (Freinet, 2006. Pág:72)

 Si bien la autora en líneas atrás nos recordó la importancia de los avances históricos y su sintonía con las nuevas realidades, no diferencia mucho de la actual modernidad; para este caso, Freinet en su cita, nos revela también como en esa Francia de los años 30, los intelectuales, pedagogos y científicos, se encargaban de ir moldeando las masas de la humanidad a su deseo y a sus intereses investigativos, con tal de lograr sus fines económicos, culturales y sociales, viendo como el resplandor de los profesionales de las ciencias sociales, se desplazan de sus comodidades intelectuales, para reconocer, registrar y describir lo que la etnografía toma desde la observación del trabajo de campo. De ahí que la cita del pedagogo nos permite darle un giro de crítica frente a los intereses, aun conociendo que la idea de la autora no es ver la etnografía y el trabajo de campo como máximas de absorber una comunidad, sino, de generar conocimiento por medio de los análisis de la historia del trabajo de campo.

Volviendo a la autora Rosana Guber, se debe tener en cuenta que es un método abierto de investigación en terreno, donde se encuentran las encuestas, las técnicas no directivas, fundamentalmente, la observación participante y las entrevistas no dirigidas, la residencia prolongada con los sujetos de estudio, la etnografía sería entonces el conjunto de actividades que suele designarse como “trabajo de campo” empleando este resultado como evidencia para la descripción. Existen dos caras que el investigador social debe tener en cuenta a la hora de exponerse a su fenómeno, uno, los mecanismos o instrumentos, que imagina, ensaya, crea y recrea, para entrar en contacto con la población, y dos, los sentidos socioculturales que se permite sentir en el momento de su estancia cultural en terreno. Estas dos caras del trabajo de campo etnográfico nos permiten ir reconociendo que el aspecto del campo no solo es percibido por el intelecto, sino, que impactan al ser en su ejecución y en su inmersión cultural.

Para el caso de Freinet, nos comenta lo siguiente:

“Pensaron (y vosotros los persuadisteis de ellos) que era posible, mediante el razonamiento y, por decirlo así, por la demostración lógica, usando la palanca de la inteligencia, arrancar a los hombres la cultura, aun empírica, que los había impregnado, al suelo que los había nutrido con su savia, a todo el decisivo y permanente pasado que es la vida social lo que es la memoria a la vida individual, tenaz como esas raíces que ceden un instante, cuando se abate el árbol, pero que se agarran de nuevo a la tierra nutricia para enviar al tronco amenazado un poco de vida”. (Freinet, 2006. Pág: 72)

 De tal forma, como lo nombran los dos autores, la razón principal y moral al comprender y observar un tipo de individuo, debe ser alejada por los intereses intelectuales, donde prevalezcan los sentidos de cultura arraigada de los pueblos con los que se van a interactuar, sin necesidad de someterlos a las relaciones e intereses personales del investigador, se debe tener en cuenta, que estos elementos morales permiten que no se derrumbe lo autóctono de la población, ni se tenga la idea de colonizar el territorio, sino, más bien ser parte de ese núcleo, hasta desaprender de sus ideales, para lograr fusionarse y ser parte de la comunidad, de tal forma, el etnógrafo en su trabajo de campo, podrá comprender la intención principal del concepto de las dos caras del trabajo de campo etnográfico.

Para la autora Elsie Rockwell (2009), el trabajo de campo es la constante observación y la interacción en una localidad, la cual es la fuente principal de mucha información, donde su significado a estas observaciones es un tesoro para el etnógrafo, ya que su registro y sus análisis, la sitúan muchas veces en solucionar y plantearse retos más difíciles.

Continuando con la autora: “Establecer las relaciones en el campo y registrar esa experiencia involucra necesariamente una dimensión subjetiva. Por ello, las respuestas a muchas de las preguntas sobre el trabajo de campo etnográfico no son técnicas. No hay una norma metodológica que indique qué se puede o debe hacer. La interacción etnográfica en el campo, por ser un proceso social, en gran medida está fuera de nuestro control.” (Rockwell, 2009. Pág: 49).

De tal forma el trabajo de campo depende de la interacción social, lo cual va marcando la ruta que debe ir tomando el etnógrafo en el momento de estar situado en una localidad o territorio, ya que este escenario, sacará todas las herramientas subjetivas que posee el investigador, para lograr vincularse, des-aprender e interactuar con el medio que está observando. La actitud del etnógrafo en el trabajo de campo los determina, lo compone y lo va replicando entorno a las dificultades que el mismo contexto le marca, por tanto:

“El hombre, esperémoslo, sabrá actuar de muy otro modo que las bestias acosadas que se arrojan ciegamente de un lado y embisten lo que tienen delante, pero que, no bien llegadas al filo de un precipicio, retroceden espantadas para arrojarse, con la misma ceguera, en dirección opuesta, donde se topan con otro precipicio, quizá más temible todavía que el primero. No basta con rechazar en bloque la tradición y el progreso. Hay que adaptar inteligentemente nuestro comportamiento a las necesidades de nuestra época.” (Freinet, 2006. Pág: 72- 73)

Siguiendo al autor, las interacciones en el territorio pueden causar tanto experiencias negativas como positivas, exigiendo en el sujeto sobresalir de sus angustias o de sus emociones, para permitirse extraer lo más rico del territorio, consignando en sus observaciones y sus análisis toda la información necesaria para comprender el lugar en el cual está involucrándose.

Pero entonces en el trabajo de campo se debe registrar todas las sensaciones y emociones que nos produce la interacción con el medio y con los individuos, para este análisis tomaremos el siguiente concepto:

“¿Cuánto de esta experiencia personal habría que registrar? Lo que se pueda. Lo que sea pertinente. Lo que sea publicable. O, en otra parte, lo que sea privado. Es muy difícil, a veces angustiante, escribir lo propio, sobre todo en la versión para otros. A veces, no se es consciente de lo mucho que se pone y oculta. No importa. También las defensas son necesarias frente a lo abrumador, lo agotador, incluso lo aburrido, que puede ser inicialmente la experiencia de campo. Estas sensaciones suelen ir desapareciendo, y aparecen otras: la fascinación, la curiosidad, la obsesión, la negación del agotamiento. Siempre habrá situaciones angustiantes; siempre se recurre a defensas para sobrevivir en el campo. Paulatinamente, se cobra conciencia de esta faceta subjetiva del proceso; al mirarla, es más fácil calibrar sus efectos en nuestras observaciones, interacciones y valoraciones en el campo”. (Rockwell, 2009. Pág: 49-50)

 Si bien las emociones que gravitan en la observación y en el trabajo de campo, van marcando la descripción, se debe ir transformando en conjunto con él, donde se pueda ir delimitando y llegar a un acuerdo con la subjetividad, generando con esto, que la observación se calibre y se consigne en los análisis del trabajo de campo, todos los momentos que permitan detallar las maravillas del terreno, como las acciones de sus actores.

Es necesario aclarar que el trabajo de campo se sincroniza con los conceptos que nacen desde la teoría, ya que estos dos, puedan ir de la mano, sin necesidad de predominar en cualquiera de las dos miradas, los análisis que realizará el etnógrafo desde el trabajo de campo descansarán en la propia experiencia, siendo este ejercicio una acción novedosa para producir conocimiento social, acrecentando la medida humana de aquellos que queremos conocer. O también, será porque nos permite esclarecer a la medida humana del proceso de conocimiento de nuestros objetos de estudio.

Referencias bibliográficas

Freinet, C. (2006). La educación por el trabajo. México: Fondo de Cultura Económica.

Guber, R. (2011). La etnografía. Método, campo y reflexividad. Argentina: Siglo XXI.

Rockwell, E. (2009). La experiencia etnográfica. Buenos Aires: Paidós.



[1] Estudiante de la Maestría en Educación de la Universidad Pedagógica Nacional.

Memoria de eventos académicos 24

 

Memorias eventos académicos

 

En la semana del 3 al 5 de abril se llevó a cabo el V encuentro de investigación del Departamento de Posgrados de la Facultad de Educación de la Universidad Pedagógica Nacional, en este encuentro los estudiantes que están cursando el tercer semestre de la Maestría en Educación realizaron la presentación de los avances en sus procesos investigativos, en total fueron 24 estudiantes que mostraron las apropiaciones metodológicas y epistémicas realizadas dentro de sus procesos de formación a través de los seminarios permanentes de investigación (S.P.I.), lo anterior sigue consolidando la apuesta académica de la maestría y enriquece el trabajo de los diferentes grupos de investigación que participaron en el evento.

En ese marco también se desarrolló entre el 31 de mayo y el 1 de junio la socialización de los proyectos de investigación de los estudiantes de primer semestre de la Especialización en Pedagogía, fueron 21 estudiantes quienes mostraron las propuestas que han construido para culminar el segundo semestre, ellos recibieron la retroalimentación de los profesores del programa, con preguntas y aportes para sus proyectos, se destacó el planteamiento de temas de interés dentro del campo formativo del programa, puestos en relación con sus procesos de formación inicial.

Avances de investigación 24

 

Avances de investigación

 

Los vínculos de la educación popular en contextos urbanos actuales: Una reflexión desde la Escuela de Educación Popular y Ambiental Guaches y Guarichas por Bacatá.

 

 Edgar David Mayordomo Tavera[1]

 La educación popular se ha constituido como un paradigma en torno al cual se han constituidos múltiples procesos, principalmente en países de América Latina, teniendo como consigna predominante el plantearse experiencias educativas críticas y con una vocación de lucha contrahegemónica frente a los sistemas y modelos tradicionales de educación (Ortega & Torres Carrillo, 2011). Su principal aporte a la discusión sobre y por lo educativo tiene que ver con el sentido social, cultural y político que tiene la educación como dimensión de la construcción sociohistórica de un territorio, una población o un contexto social.

Buscando que lo educativo no sea una práctica solo para la capacitación o el licenciamiento individual para ejercer profesiones, oficios o técnicas en el mercado capitalista (se propone como contraria a esta visión y apuesta), la educación popular se propone como una apuesta política y cultura, que busca transformaciones sociales que permitan eliminar las relaciones de opresión de las sociedades contemporáneas (Freire, 2015). Esto implica que la educación popular busca generar una vinculación tanto de quien (se presume) se educa como de quien educa a la realidad de la cual hace parte, pero no como un agente reproductor de las estructuras sociales, políticas, económicas y culturales que componen dicha realidad, sino como sujetos críticos de éstas para precisamente reconocer aquellas estructuras que habilitan de dominación y opresión en diferentes formas.

En tanto, surge la pregunta ¿qué vínculos se construyen en torno (o a partir) de experiencias, procesos o escuelas de educación popular en los contextos urbanos y barriales en nuestros días? En otras palabras ¿cómo la Educación Popular está generando formas de relacionamiento de quienes se vinculan a procesos con esta apuesta educativa? En definitiva ¿qué podemos decir hoy de la educación popular? ¿Como se dan estos procesos o experiencias en los contextos urbanos y barriales de nuestros días?

La presente tesis, titulada:  Los vínculos de la educación popular en contextos urbanos actuales: Una reflexión desde la Escuela de EducAccion Popular y Ambiental Guaches y Guarichas por Bacatá, es una apuesta por contribuir al debate teórico (y, por ende, praxeológico) en torno a la educación popular, buscando poner en tensión, reflexionar e incluso revalidar algunos conceptos y categorías, no con el ánimo de hacer una verificación milimétrica de la forma en que éstas se vienen o no cumpliendo en la práctica, sino más bien como la oportunidad de aportar elementos para la resignificación, reconfiguración o reescritura, de acuerdo a las realidades de estos días de las categorías que son propias de la apuesta de la educación popular, particularmente en el segmento de su trayectoria que comprende desde la década de 1960 y hasta nuestros días.

Con ello, realizando un ejercicio de carácter inductivo (que parte de lo empírico para generar reflexiones teóricas y conceptuales), esta tesis se propone como una construcción de aportes y reflexiones a los debates teóricos en torno a la educación popular, acudiendo a la experiencia de la Escuela de EducAccion Popular y Ambiental Guaches y Guarichas por Bacatá que está organizada y hace intervenciones en la Unidad de Planeación Zonal -UPZ- Corabastos, en la localidad de Kennedy, suroccidente de Bogotá, organizada desde el año 2018. La investigación se realiza, desde un trabajo etnográfico (en el cual se combina la observación participante y las entrevistas semidirigidas (Guber, 2001), tomando como centro del ejercicio la construcción del relato de las personas participantes en el proceso, aportes y reflexiones que permitan una reconstrucción, tensión, cuestionamiento y debate de algunas categorías y conceptos elaboradas y que definen las apuestas de la educación popular en el último medio siglo. Todo esto, bajo el interrogante en torno a los vínculos que la educación popular constituye en nuestros días en entornos urbanos y barriales.

En tanto, ¿Qué vínculos se construyen entorno a procesos de educación popular en contextos urbanos y barriales? Es este el problema de investigación propuesto: indagar sobre esa zona en la que se genera vinculación entre un proceso de educación popular, de carácter urbano y barrial, con la realidad, con las dinámicas, relaciones de poder y disputas que allí se dan; vinculación que busca comprenderse y analizarse desde las experiencias y relatos de las personas participantes, ya sean profes, estudiantes o participantes de la escuela con un rol diferente a alguno de los dos anteriores.

El objetivo general de la investigación es comprender los vínculos que se construyen en torno a procesos de educación popular en contextos urbanos y barriales. Para ello, los dos objetivos específicos propuestos son, por una parte, identificar de manera participativa los vínculos que se construyen en torno a la educación popular en contextos urbanos y barriales y, por el otro, analizar cómo esos vínculos en torno a la educación popular en relación con los contextos sociales a los cuales pertenece.

Claramente no es una investigación para hacer un chequeo de cuál popular son los procesos educativos de experiencias urbanas y barriales, especialmente en el proceso de Guaches y Guarichas. En cambio, se propone como un aporte a todo aquello que se ha dicho y escrito sobre experiencias de educación popular, pero intentando hacerlo desde una experiencia o proceso que se viene desarrollando en los últimos tiempos (como forma de pensar desde una experiencia particular el qué está pasando con los procesos de educación popular y su intención de vincularse con el entorno social y la realidad de la cual emergen. Es la posibilidad de preguntarse, desde las prácticas habituales y las experiencias y relatos de quienes participan del proceso de educación popular, sobre cómo vienen dándose los procesos de educación popular, en contextos urbanos y barriales, en un país latinoamericano como Colombia, en nuestros tiempos, desde la pregunta por el vínculo con la realidad de la cual surgen y buscan intervenir con intenciones transformadoras.

Aunque ya se ha enunciado hasta aquí al trabajo etnográfico como la apuesta metodológica de esta tesis, es clave hacer algunas precisiones sobre este asunto. El acudir a la etnografía tiene razones más complejas que simplemente la selección de una metodología. Por una parte, la observación participante se asume como la posibilidad de que quien investiga (quien escribe estas líneas) tenga un ejercicio de vinculación -palabra no menor para esta tesis, ya que los vínculos que se crean con el proceso de educación popular son el objeto de la investigación- de una complejidad mayor, en donde la confianza, afinidad y legitimidad para hacer el ejercicio de investigación polemice sobre el ejercicio epistemológico mismo de ir a una experiencia empírica para preguntarse por conceptos o categorías teóricas.

Es decir, que la observación participante es más un ejercicio de vinculación de quien investiga con el proceso (ejercicio que se vienen haciendo desde octubre de 2022 cuando me vincule como profe de la Escuela), con sus dinámicas y relacionamientos propios, que la posibilidad del investigador de decir o afirmar algo unilateralmente de lo que ve o vive al estar o participar del proceso de educación popular.

De allí, por otra parte, esta apuesta metodológica permite proponer y hacer entrevistas semidirigidas, que implican que las personas participantes de la Escuela Guaches y Guarichas por Bacatá construyan relatos a partir de incluso sensibilidades de su propia vida, como un ejercicio con un mayor nivel y potencial de análisis y reflexión. Todo ello, porque se espera que la reflexividad, ejercicio clave en la tarea etnográfica (Guber, 2001), permita aportar, desde la voz de quienes componen y participan el proceso, desde las personas “nativas” que componen esta realidad (como lo enuncia la etnografía desde sus albores), los elementos sobre los cuales se busca hacer, posteriormente, el ejercicio de relacionamiento con las categorías y conceptos de la educación popular que aquí se recogen (Trpin, 2004).

¿Cuáles son esos conceptos? Teniendo en cuenta la tradición teórica y la literatura sobre la educación popular desde el último medio siglo, con referentes y autores determinados, el ejercicio inductivo de investigación busca llevar los elementos surgidos de la observación participante y de las entrevistas semidirigidas en torno a un grupo de conceptos: educación popular como concepto, proceso de educación popular, la idea de educador/educando y educando/educador; además de los conceptos de vinculación o vinculo y los conceptos de urbano y entorno urbano.

En torno a los antecedentes o estado del arte de esta pregunta de investigación, se ha venido construyendo un ejercicio de exploración en torno a investigaciones, especialmente enmarcadas en procesos investigativos en pregrados, maestrías o posgrados, preocupados por experiencias educativas populares. El ejercicio inicia con la recapitulación de uno previo realizado para una investigación no concluida unos años atrás, en torno a bachilleratos populares, escuelas de educación popular que se han gestado en la Argentina durante las últimas dos décadas, con toda la irradiación que dejaron las luchas y manifestaciones sociales en la crisis política y económica que vivió el hermano país en 2001 (Torres Molina, 2012), como alternativas o propuestas criticas o contrapuestas al sistema educativo formal para la finalización del bachillerato para personas jóvenes y adultas que no lo lograron en los tiempos que la expectativa cultural predominante indica (Gluz, 2013).

Este retome del ejercicio, en el cual, hasta 2017, contaba con un dossier de 14 trabajos entre ponencias, tesis y textos resultantes de investigaciones, que dan cuenta de este ejercicio sobre ellos —que es el paso en la etapa de este apartado de la investigación—, se leerá cómo aborda el tema de los vínculos de los participantes con el bachi popular (es la forma común de mencionarles).

Con esta base, se ha iniciado y avanzando una exploración, aun con resultados inconclusos, de investigaciones cercanas. La más importante a resaltar (y que se convierte en el principal antecedente de esta investigación) es la tesis de la Licenciatura en Ciencias Sociales de la UPN de justo uno de los profes de la Escuela Guaches y Guarichas por Bacatá (Martínez Molina, 2020) en la cual hizo una sistematización de la experiencia de la escuela, cuando esta llegaba a su tercer año de organización. A la par, se han encontrado otros trabajos, todos ubicados en las bases de datos de la Biblioteca Digital del Magisterio, EBSCO, SCOPUS y Academic Search Premier, sobre las cuales se han encontrado, hasta este momento, trabajos más de tipo teórico que buscan ampliar las discusiones sobre qué papel juegan las experiencias de educación popular en los territorios. Sólo se ha ubicado un trabajo que explora experiencias situadas de educación popular, en este caso logado a la práctica del hip-hop en entornos barriales (Silva Salgado, 2016). Estos son antecedentes próximos que se acercan a la pregunta sobre los vínculos y la territorialización de los procesos de educación popular en nuestros días.

En el estado actual de la investigación, como parte del proceso de vinculación mediante observación participante, se viene adelantando el proceso de las entrevistas semidirigidas, donde ya se han logrado, a la fecha, seis diálogos con profes y estudiantes de la Escuela. Se espera en los dos próximos meses terminar este ejercicio con las personas participantes al proceso que ya se han seleccionado y que aceptaron hacer el ejercicio.

Con todo ello, finalmente, la presente investigación busca aportar elementos para la reflexión y discusión teoría y conceptual de esta área del campo de lo educativo en torno a cómo la educación popular, apuesta educativa surgida desde las posturas críticas y con vocación contrahegemónica hace poco más de medio siglo en América Latina, es un espacio para generar vinculaciones de quienes participan en experiencias de esta naturaleza con las realidades y territorios de los cuales se es parte, en los contextos y dinámicas propias de los tiempos que vivimos, sumado a contextos donde fenómenos de violencia, exclusión, discriminación y estigmatización.

Es la oportunidad se dar claves y elementos a la discusión sobre el papel que la educación popular, desde su visión y postulados, juega en contextos urbanos y barriales en nuestros días. Todo, desde la pregunta sobre los vínculos que se construyen, en diferente índole, de las personas participantes con la experiencia de educación popular y las dinámicas de los territorios y realidades en las cuales están inmerso.

 

Referencias y bibliografía

Colabella, L., & Vargas, P. (2013). “La Jauretche”. Una universidad popular en la trama del sur del Gran Buenos. Buenos Aires: FLACSO. Freire, P. (2015). Pedagogía de la indignación. Buenos Aires: Siglo XXI Editores.

Gluz, N. (2013). Las Luchas populares por el derecho a La educación: experiencias educativas de movimientos sociales. Buenos Aires: CLACSO.

Guber, R. (2001). La etnografía. Método, campo y reflexividad. Bogotá: Grupo Editorial Norma.

Martínez Molina, H. (2020). Guaches y Guarichas: una propuesta de educación para la apropiación del territorio. Bogotá: Universidad Pedagógica Nacional.

Ortega, P., & Torres Carrillo, A. (2011). Lola Cendales González, entre trayectos y proyectos en la educación popular. Revista colombiana de Educación, 1-13.

Silva Salgado, M. F. (2016). La universidad de la calle y de la vida: el Hip-Hop como experiencia educativa. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia.

Torres Molina, J. (2012). Los bachilleratos populares: una nueva educación para nuevos actores sociales. Question, 60-67.

Trpin, V. (2004). Aprender a Ser chilenos: Identidad, Trabajo y Residencia de Migrantes En El Alto Valle de Rio Negro. Antropofagia.



[1]Estudiante de la Maestría en Educación de la Universidad Pedagógica Nacional.

Condiciones de publicación 24

                                 Condiciones de los escritos para las distintas secciones



1. Sección de avances de investigación. 
Avances referidos a aspectos teóricos, metodológicos, autor de interés, tema de interés. (No se reciben artículos de investigaciones concluidas por cuanto no tiene el lugar de una revista indexada que si los requiere en su dimensión). 
Aspectos formales: Autor único, condiciones del ensayo: desarrollo de la tesis y bibliografía. 4 cuartillas. Times new roman 12. Espacio sencillo.

2. Sección de ensayo, artículos de reflexión (producto de seminarios temáticos). 
El escrito enviado debe referir el seminario en el marco en el cual se produce. 
Aspectos formales: Autor único, condiciones del ensayo: desarrollo de la tesis y bibliografía. 4 cuartillas. 4 cuartillas. Times new roman 12. Espacio sencillo.

3. Sección de reseñas de libros leídos en la Maestría. Aspectos formales: Escrito-Reseña que dé cuenta de alguna de las lecturas realizadas en el marco de la Maestría. 
Aspectos formales: Autor único y bibliografía. 2 cuartillas. Times new roman 12. Espacio sencillo.

4. Sección de memorias de eventos en los que se haya participado (poster, taller, resumen de ponencia, panel). 
Aspectos formales: Resumen. 2 cuartillas. Times New Roman 12. Espacio sencillo. Se debe incluir datos del evento en mención. Y su formato será en WORD.

El correo institucional en donde se recibirán las contribuciones para el blog es el siguiente: 

cuadernoseesmae@pedagogica.edu.co

Reseña 24

 

Reseña

Un maestro diferente, para la misma escuela: Reseña sobre el maestro Ciruela de Fernando Almena.

 

Javier Arias[1]

Dentro de la formación que recibimos en la maestría nos encontramos con diversos textos que son puestos por los profesores en aras de favorecer en nosotros los estudiantes algún tipo de análisis y mostrar diferentes perspectivas desde las cuales se puede abordar el tema educativo.

Muchos de esos textos nos muestran maneras divergentes de pensar la escuela y el oficio del profesor, nos hacen evidente que la escuela tiene un funcionamiento que no se corresponde ni con la época que se vive ni con los estudiantes que la habitan, parece ser que el espacio escolar es un mundo que no cambia o cambia poco.

Sin embargo, en medio de ese panorama quiero hablarles de un texto que me llegó y me puso a pensar en aquellas acciones que yo como maestro puedo emprender dentro de la escuela de manera diferente: El maestro Ciruela”[2] en primer lugar quiero advertir que es un texto para jóvenes o niños si se quiere, pero que a uno como maestro le viene bien leer, pues además de ser agradable, sencillo y gracioso en lo que se cuenta del maestro Teófanes Ciruela y sus vivencias dentro de la escuela, también se van entrelazando las historias de sus estudiantes con ese cotidiano vivir dentro de la escuela.

Las salidas pedagógicas, el estudiante con problemas en casa, las pruebas que han de aplicarse, etc, son algunas de las cosas que iremos viendo a lo largo del texto y que de manera divergente irá resolviendo el maestro protagonista de esta historia, sus desencuentros con el director, sus diálogos con los padres y con los niños resultan enriquecedores, pues muestran la importancia de diferenciarse dentro de esa máquina escolar, evidencia la importancia de tener una postura frente a los hechos que diariamente ocurren en el salón de clases, no se trataría de dar la clase, es mucho más lo que un profesor hace, es dejar su vida y sus deseos en las vidas de sus estudiantes, es jugársela por hacer del oficio un empeño cotidiano en el que se va la vida de quien enseña.

Invitados pues a buscar el libro, a leerlo, disfrutarlo, pero sobre todo a ponerse ese lente crítico que permite pensarse de manera distinta, no para aislarse ni para creerse mejor, sino para jugarse la vida enseñando y mostrando a sus estudiantes que es posible un mundo distinto.



[1] Egresado del programa de Maestría en educación de la Universidad Pedagógica Nacional.

[2] Almena Fernando. El maestro Ciruela. Susaeta Ediciones. Editorial Edilux. 1987. 2 Edición.