Leer y
escribir
Carlos
Ordóñez[1]
El medio escrito es una de las
formas en que se conservan los tesoros de la humanidad y la aproximación a su
dominio una condición para participar en el proceso de producción simbólica;
acceder a esta dinámica solo requiere la disposición a explorar, a hacer un
esfuerzo de comprensión de lo que otros han expresado durante los diálogos
realizados a través de los años y buscar un lugar desde el cual plantear las
posiciones “propias”.
Las diferencias de perspectiva que
permiten ver los procesos de un modo u otro, el carácter social-cultural de los
saberes que dan piso a las posiciones de los actores sociales, las diferentes
concepciones sobre el conocimiento, la forma como se articulan los conceptos en
distintos intentos de hacer inteligibles los hechos físicos o sociales esperan
a los lectores que se involucran en los escenarios de debate, en medio de los
cuales cada uno va a perfilar un planteamiento. Una vez situado en el lugar de
quien expresa algo, mientras escribe, cada uno podrá apreciar que es necesario
ordenar las ideas, seleccionar formas de expresarlas adecuadamente para que
sean entendidas y apreciadas por otros y, en ese transcurso, mientras habla el
lenguaje, descubrir cuál posición es la que efectivamente se sostiene, qué es
lo que se piensa, detectar con quién se puede compartir una idea o con quién se
quiere polemizar, tener indicios de quién es uno.
Así, leer y escribir es querer
hacerse consciente del modo en que se construye el mundo en que vivimos.
[1] Profesor de
Cátedra. Universidad Pedagógica Nacional. Facultad de Educación. Depto. de
Posgrados.
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